El extranjero - Albert Campus
La novela tiene como referencia omnipresente a Meursault, su protagonista, a quien una serie de circunstancias conduce a cometer un crimen aparentemente inmotivado: su muerte en el patíbulo no tendrá más sentido que su vida, corroida por la cotidianidad y gobernada por fuerzas anónimas que, al despojar a los hombres de la condición de sujetos autónomos, les eximen también de responsabilidad y de culpa.
La lentitud - Milan Kundera
Este es su primer trabajo de ficción originalmente escrito en francés y es una sorpresa - una novela profética, curiosa, de alguna manera cómica que carece de profundidad en su inicial trabajo pero puede ser el mayor entretenimiento a la fecha. El narrador de Lentitud simultáneamente relata dos peculiares historias de amor - una ubicada en el siglo XVIII, otra en el siglo XX - que toman lugar en el mismo chalet donde él y su esposa se quedan. Kundera, como siempre, suple algún refinamiento al escribir romances oscuros (`Para un hombre no hay bálsamo mejor que el calmante` el acongojado narrador observa, `de la tristeza que él ha causado a una mujer`).
La mala hora - Gabriel García Márquez
En La mala hora, Gabriel García Márquez construye un inolvidable apólogo sobre la violoencia colectiva. Al pueblo ha llegado la mala hora, de los campesinos, la hora de la desgracia. La comarca ha sido pacificada después de tanta guerra civil. Han ganado los conservadores, que se dedican a perseguir cruel y pertinazmente a sus adversarios liberales.
Marqués de Sade - Justine
Una de las obras más célebres del Marqués de Sade: la intensa y dramática vida de una joven infortunada. Una historia de sometimientos y vejaciones, en un mundo de goces y placeres extremos.
Romance del duende que escribe canciones - Hernán Rivera Letelier
Nota.- El título real del ibro es `Romance del duende que escribe canciones`. Sin embargo, debido muy probablemente a un error de edición, en la portada figura `Romance del duende que me escribe las novelas`, y no hemos encontrado una portada que contenga el título real.
“Es mejor callar si lo que vas a decir no es más bello que el silencio”, fue lo primero que le oí a mi duende en la primera vez que se me apareció. Así comienza esta sorprendente novela de Hernán Rivera Letelier. Un niño solitario y dado a soñar despierto que encuentra en un duende a su mejor amigo. Mientras su familia padece las travesuras del pequeño ser, él disfruta de los juegos, la compañía y los consejos del geniecillo. “De pronto, en la casa comenzaron a desaparecer algunos objetos, desaparecían de la noche a la mañana, en particular, pequeños utensilios de uso cotidiano. (…) Cuando las botellas de agua y las de leche comenzaron a amanecer vacías, mi madre ya no tuvo ninguna al respecto. Y es que, según las viejas campesinas de su tierra, esas eran señales inequívocas de que un duende se había instalado en el hogar”. Combinando trazos de su biografía con la historia de esta amistad maravillosa, Hernán Rivera Letelier presenta en esta novela una narración mágica y enternecedora, que ilumina, además, sobre los afectos y la capacidad creadora del artista.
La mujer que buceó dentro del corazón del mundo - Sabina Berman
Karen es una fierecilla abandonada que ni siquiera sabe hablar cuando su tía Isabelle se hace cargo de la industria atunera que acaba de heredar, y descubre con sorpresa su existencia. Gracias al tesón y al cariño de Isabelle, la niña empieza a hablar y va a la escuela, pero se le diagnostica una suerte de autismo funcional. Ello no le impedirá llegar a la universidad o tener ideas brillantes para el negocio familiar, aunque sus comportamientos y puntos de vista chocarán siempre con las ideas establecidas y serán causa de situaciones embarazosas o cómicas.
Polvo En Los Objetos - Mateu Nicolau De Las Moras
Este libro contiene cuarenta relatos y microrrelatos independientes. La mayoría de ellos hablan sobre el paso inadvertido del tiempo, que huye sin despedirse transformando la vida irremediablemente, y de como adaptarse a esos cambios es la única manera de ser feliz.
Fundación 02 Fundación e imperio - Isaac Asimov
Prólogo
El Imperio Galáctico se derrumbaba.
Era un Imperio colosal que se extendía a través de
millones de mundos, de un extremo a otro de la inmensa espiral doble que era la
Vía Láctea. Su caída también sería colosal, y además prolongada, porque debía
abarcar un enorme período de tiempo.
Había estado derrumbándose durante siglos antes de que un
hombre se diese realmente cuenta de ello. Aquel hombre era Hari Seldon, el ser
que representaba la única chispa de esfuerzo creador que subsistía en la
decadencia general. Él fue quien desarrolló y llevó a su punto culminante la
ciencia de la psicohistoria.
La psicohistoria no trataba del hombre, sino de las masas
de hombres. Era la ciencia de las muchedumbres, de miles de millones de
personas. Podía prever las reacciones a diferentes estímulos con la misma
exactitud que una ciencia menor predecía el rebote de una bola de billar. La
reacción de un hombre se podía vaticinar por medio de las matemáticas
conocidas, pero la de mil millones era algo distinto.
Hari Seldon presagiaba las tendencias sociales y
económicas de la época, y estudiando las curvas previó la continua y acelerada
caída de la civilización y el lapso de treinta mil años que debía transcurrir
antes de que un nuevo Imperio pudiese emerger de las ruinas.
Era demasiado tarde para detener aquella caída, pero aún
había tiempo de cerrar el paso a la llegada de la barbarie. Seldon estableció
dos Fundaciones en «extremos opuestos de la Galaxia», localizadas de modo que
en un milenio los acontecimientos se fundieran y consolidaran para formar la
base de un Segundo Imperio más fuerte, más permanente y de más rápida
aparición.
Fundación relata la historia de una de estas Fundaciones
durante los dos primeros siglos de su vida. Se inició como una colonia de
científicos en Términus, un planeta situado en el extremo de una de las
espirales de la Galaxia. Separados del desorden del Imperio, aquellos
científicos trabajaron en la recopilación de un compendio universal de la sabiduría,
la Enciclopedia Galáctica, ignorantes de la misión más profunda que había
planeado para ellos el ya fallecido Seldon.
A medida que el Imperio se desintegraba, las regiones
exteriores cayeron en manos de «reyes» independientes, y la Fundación se vio
amenazada por ellos. Sin embargo, enfrentando entre sí a los cabecillas, bajo
el mando de su primer alcalde, Salvor Hardin, consiguieron mantener una
precaria independencia. Como únicos poseedores de la energía atómica en unos
mundos que estaban olvidándose de las ciencias y retrocediendo al carbón y al
petróleo, llegaron incluso a tener cierta preponderancia. La Fundación se
convirtió en el centro «religioso» de los reinos circundantes.
Lentamente, la Fundación desarrolló una economía
comercial mientras la Enciclopedia pasaba a segundo plano. Sus comerciantes,
vendiendo artículos atómicos cuya calidad no hubiese superado el Imperio ni en
su época más gloriosa, penetraron hasta cientos de años-luz a través de la
Periferia.
Bajo Hober Mallow, primero de los Príncipes Comerciantes
de la Fundación, desarrollaron las técnicas de la guerra económica hasta el
punto de derrotar a la República de Korell, a pesar de que este mundo recibía
el apoyo de una de las provincias exteriores de lo que quedaba del Imperio.
Al término de doscientos años, la Fundación era el estado
más poderoso de la Galaxia, exceptuando los restos del Imperio que,
concentrados en el tercio central de la Vía Láctea, controlaban tres cuartas
partes de la población y de las riquezas del universo.
Parecía inevitable que el siguiente peligro al que
tendría que enfrentarse la Fundación fuera el coletazo final del Imperio
moribundo.
Había que despejar el
camino para la batalla entre la Fundación y el Imperio.La sangre de los libros - Santiago Posteguillo
Prólogo
La sangre de los libros propone un viaje alternativo y
diferente por la historia de la escritura. Detrás de grandes clásicos de la
literatura universal, sea la Eneida, La vida es sueño, Jane
Eyre o Drácula, por mencionar sólo algunos títulos que el lector va
a visitar en este viaje en el tiempo, hay misterios y enigmas y, con
frecuencia, sangre: la sangre de los escritores esparcida de forma silenciosa
por entre las líneas de sus libros.
Empezaremos con un juicio y un rescate y sonreiremos con el poder de una
mosca, pero pronto nos sorprenderán en nuestro camino condenas a muerte, sueños
premonitorios, tumbas perdidas, duelos a espada en las sombras de la noche o a
pistola sobre la nieve blanca; enfermedades mortíferas, dolencias mentales,
eutanasia, suicidios, armas secretas, reencarnaciones, batallas, guerras,
eclipses, asesinatos, crímenes sin resolver.
La buena literatura de verdad, la que nos hace palpitar, la que nos
emociona y nos transporta a otros mundos, la que nos parece más real que la
realidad misma es la que está escrita, palabra a palabra, verso a verso, página
a página, con sangre en las sienes, en las manos y en el alma.
La sangre de los libros es una invitación a no tener
miedo al líquido rojo de los sentimientos que los escritores, que las
escritoras, transforman magistralmente, con la genialidad de su intuición, en
tinta negra, impresa o digital, eso no importa, donde se nos hace pensar sobre
la vida, sobre el lugar de donde venimos y aquel hacia donde vamos; donde se
nos plantea quiénes somos y donde más de una vez se permite que la justicia y
la libertad salgan victoriosas y nos llenen de felicidad.
Para
leer este libro no importa el grupo sanguíneo del lector. Sólo importa dejarse
llevar por la pasión de la lectura y, eso sí, tener mucha sangre en las venas.
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